José
Mármol
El Papa Juan
Pablo II, nos decía que "es necesario, no sólo encontrar el modo de
garantizar a los sectores más débiles de la sociedad el acceso a la información
que necesitan, sino también asegurar que no sean excluidos de un papel efectivo
y responsable en la toma de decisiones sobre los contenidos de los medios, y en
la determinación de las estructuras y líneas de conducta de las comunicaciones
sociales.” (Mensaje de la Jornada Mundial de las Comunicaciones sociales 2003).
Por ello
creemos que la Ley de Comunicación que se debate en nuestro país debe incluir
normas que garanticen que los sectores que desde siempre han sido
invisibilizados por los medios de comunicación tengan la posibilidad de tener
sus propios medios, para que difundan con libertad su cultura, sus esperanzas y
anhelos. La distribución equitativa de frecuencias, entre medios
públicos, privados y comunitarios, como establece la Constitución, no puede
quedar fuera de esta ley.
La
democratización de la comunicación es una urgencia y una exigencia de la
sociedad. Las y los comunicadores católicos, en ese sentido, estamos
llamados a trabajar por la justicia y el bien común, que en el caso de la ley
de comunicación debe traducirse en una tarea de incidencia para cambiar la
estructura de propiedad de los medios.
En el
Documento de Puebla se nos recomendaba a los católicos denunciar el control de
los "Medios de Comunicación Social y la manipulación ideológica que
ejercen los poderes políticos y económicos que se empeñan en mantener el satatu
quo y aún en crear un nuevo orden de dependencia-dominación o, al contrario, en
subvertir este orden para crear otro de signo opuesto..." y esta situación
debe ser cambiada.
Puebla
también constataba que "...los medios de comunicación son factores
de comunión y contribuyen a la integración latinoamericana, así como a la
expansión y democratización de la cultura...", pero es necesario
preguntarse si es posible democratizar la cultura, democratizar la comunicación
si los principales medios de comunicación están concentrados en determinados
grupos de poder que invisibilizan y acallan la voz los pueblos, comunidades y
colectivos sociales que demandan y ser visibilizados y escuchados?
Por esto, y
más, Signis Ecuador se pronuncia y demanda la aprobación de una ley de
comunicación que garantice el ejercicio del derecho a la comunicación.
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Comentario:
31 Julio 2010, 16:17 me gusto la editorial, me sirvio de mucho para mi trabajo.