jueves, 29 de marzo de 2012

Radios comunitarias, un derecho de nuestros pueblos

José Nelson Mármol

"En Ecuador, hasta el momento no ha sido posible aprobar una ley que abra la puerta a la creación de radios comunitarias".  

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"...es momento para que las y los ciudadanos nos decidamos a poblar nuestro país de radios comunitarias, amparados en todo cuanto consagra la Ley Suprema de la República, la Constitución, porque ya no podemos seguir esperando por una ley como si estuviéramos mendigando el derecho a la comunicación..."

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Hace pocos días (el 19 de marzo de 2012), la Comisión Federal de Comunicaciones de los Estados Unidos aprobó la autorización para la ampliación de concesiones de frecuencias para radios comunitarias, con lo cual se avizora una verdadera primavera de emisoras comunitarias en el gran país del norte. Así se informa en el sitio de Radio Prometheus (en inglés).

La decisión, con razón, ha sido considerada como una victoria para las comunidades, sobre todo porque la misma Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) ha reconocido que más de seis mil solicitudes de licencias han permanecido pendientes por años.  Tras esta decisión se ha anunciado también el compromiso agilizar el trámite de las solicitudes archivadas.

Más de una década de lucha fue necesaria para lograr la aprobación de la ley de radio comunitarias locales,  que aunque fue aprobada por el Congreso hace ya un par de años, la ley -como suele pasar en todos lados- aún no se lograba aplicar.

Con esta decisión de la Comisión Federal de Comunicaciones se prevé que en los próximos meses se multiplicarán las solicitudes para el funcionamiento de radios comunitarias.  En breve se escucharán por estos medios las voces de comunidades que no siempre son escuchadas ni visibilizadas por las grandes cadenas radiales.

En Ecuador, en cambio, hasta el momento no ha sido posible aprobar una ley que abra la puerta a la creación de radios comunitarias.  La legislación vigente, aprobada por la dictadura en 1975 (Decreto Supremo No. 256-A), únicamente consideró la coexistencia de emisoras de carácter "comercial privada", con fines de lucro (Art. 7) y las de “servicio público”, que son aquellas sin fines y que tenían la prohibición de cursar  publicidad comercial, como alternativa de financiamiento.

martes, 6 de marzo de 2012

Democracia Sí, autoritarismo NO

¿Se ha perdido la capacidad de diálogo? ¿No es posible exponer los criterios sobre los temas de actualidad o interés sin que se tenga que apelar al insulto?  Qué penoso que muchos ecuatorianos alimenten esa cultura de la violencia verbal y física que se está imponiendo, tanto del lado oficialista, como en la oposición, de insultar y menospreciar a sus semejantes.

Pareciera que solo unos son los dueños de la verdad, y no es así. Quiénes son los perfectos? Quienes al momento están en el poder político? NO. Quienes están en la oposición? TAMPOCO. Me parece que es hora de que reconozcamos, unos y otros, que nadie es perfecto; que todos podemos equivocarnos.

Hay quienes con la mayor facilidad lanzan adjetivos ofensivos y acusaciones, como si ellos fueran inmaculados y perfectos. Porqué no reconocer nuestras limitaciones?

Con respecto al reciente incidente registrado durante una entrevista que realizaba el periodista Gonzalo Rosero al cancillerde la República, Ricardo Patiño, la mañana del viernes 2 de marzo último, es totalmente cierto que el señor Rosero se equivocó al invocar una afirmación que nunca ha hecho la asambleista María Augusta Calle. Obviamente, debió ser más cuidadoso en revisar previamente el audio utilizado. El periodista falló, se equivocó. Pero no es menos cierto que el señor canciller de la República, debió -luego de hacerle caer en cuenta de la equivocación del comunicador- responder con claridad la cuestión que inquieta a las y los ecuatorianos. Qué mismo pasó con la valija diplomática en la que encontraron droga. El país necesita un baño de verdad. No le hace nada bien a nuestro país estas actitudes de prepotencia y autoritarismo a que nos están acostumbrando.

Que lamentable también que haya personas que con una facilidad -que sería bueno que así procedieran para hacer el bien- hablan de generalizaciones "los periodistas corruptos" o "prensa corrupta". Me pregunto, somos todos así? Esas generalizaciones son tan perversas como decir que todos los que apoyan al gobierno son responsables de los actos de corrupción que se denuncian. Es necesario decir las cosas por su nombre y no envolver a todos en un mismo saco.

Seamos constructores de una democracia que nos garantice paz, justicia, libertad.  No una democracia en la que se imponga el autoritarismo y la prepotencia.

Que seamos capaces de dialogar de forma franca. Que Dios nos ilumine y que nos dé la sabiduría que nos hace falta.