miércoles, 10 de febrero de 1999

Un desafío para el nuevo milenio


José Nelson Mármol

 A finales de noviembre de 1998, la Asociación de Comunicadores Cristianos del Ecuador, ACCE, celebró sus 10 años de vida institucional, con un sencillo programa que reveló, no obstante, que su trabajo orientado y comprometido con los fundamentales principios del humanismo cristiano, la paz, la justicia y la solidaridad, sigue siendo la razón de ser de este grupo de comunicadores.
 
Fue mayoritaria la concurrencia de socios e invitados a las jornadas de reflexión sobre el compromiso del comunicador cristiano en un mundo que a diario oferta nuevas tecnologías, y que, a su vez, contribuyen a que el proceso de globalización política y económica avance aceleradamente.  Luego de las ponencias centrales de los expositores invitados, durante el jueves 26 y el viernes 27 de noviembre, los participantes convinieron en que la comunicación cristiana debe  orientar su acción a la consecución de una sociedad más justa y fraterna, aprovechando todas las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías, y no satanizarlas.
 
Este desafío fue asumido como un compromiso por el nuevo directorio de la organización que surgió de un sencillo pero plural y democrático acto electoral, que se cumplió la tarde del sábado 28 de noviembre.  Previamente David Silva, quien cumplió su período de dos años al frente de la ACCE, presentó un sintético informe sobre las acciones cumplidas, en el que destacó los logros y aspiraciones de la organización no solo durante su gestión sino también en esta primera década.