José Nelson Mármol
A finales de noviembre de 1998, la Asociación de
Comunicadores Cristianos del Ecuador, ACCE, celebró sus 10 años de vida
institucional, con un sencillo programa que reveló, no obstante, que su trabajo
orientado y comprometido con los fundamentales principios del humanismo
cristiano, la paz, la justicia y la solidaridad, sigue siendo la razón de ser
de este grupo de comunicadores.
Fue mayoritaria la concurrencia de socios e invitados a las
jornadas de reflexión sobre el compromiso del comunicador cristiano en un mundo
que a diario oferta nuevas tecnologías, y que, a su vez, contribuyen a que el
proceso de globalización política y económica avance aceleradamente.
Luego de las ponencias centrales de los expositores invitados, durante el
jueves 26 y el viernes 27 de noviembre, los participantes convinieron en que la
comunicación cristiana debe orientar su acción a la consecución de una
sociedad más justa y fraterna, aprovechando todas las posibilidades que ofrecen
las nuevas tecnologías, y no satanizarlas.
Este desafío fue asumido como un compromiso por el nuevo
directorio de la organización que surgió de un sencillo pero plural y
democrático acto electoral, que se cumplió la tarde del sábado 28 de
noviembre. Previamente David Silva, quien cumplió su período de dos años
al frente de la ACCE, presentó un sintético informe sobre las acciones
cumplidas, en el que destacó los logros y aspiraciones de la organización no
solo durante su gestión sino también en esta primera década.