El Plan Colombia es un acto demencial e inhumano que debe ser atacado por
las Iglesias, organizaciones y toda la gente de buena voluntad, dice de modo
enfático Monseñor Gonzalo López Marañon, Obispo vicario Apostólico de
Sucumbíos, al comentar la ola de desplazados que está produciendo la aplicación
del Plan colombia y los enfrentamientos entre la guerrilla y los paramilitares,
en el Putumayo.
"A la Iglesia le ha tocado dar la cara" para dar ayuda humanitaria
a los refugiados que huyen de la violencia, agrega. No obstante se mostró
contrario a la construcción de grandes campamentos para refugiados, pues
"es mejor la solidaridad de la gente para dar acogida en centros
comunitarios".