martes, 6 de abril de 1999

La Iglesia Somos Todos...


Por José Nelson Mármol  

La tormenta quiere arrastrarnos a todos. Pareciera que todos estuviéramos involucrados en el escándalo conocido como el caso del cura Flores, y NO ES ASÍ...!!! . 
Por todo lado se comenta que "la Iglesia así...., que la Iglesia asado....; que los curas esto..., que los curas aquello...". Pero es hora de salir al frente con dignidad y valentía para recordarles que la IGLESIA somos todos los bautizados, y que la inmensa mayoría de católicos somos gente de bien, que busca el bien común a la Luz del Evangelio. 
Es preciso insistir que el caso del curita Flores, en las aduanas, es la excepción entre miles de sacerdotes y religiosos/as que cumplen su ministerio con verdadera mística, sin distraer su apostolado en tareas que deben estar en manos de seglares.
 Conviene reiterar que los millones de bautizados somos honrados y que por ello estamos sumamente dolidos por la traición al compromiso evangélico y sacerdotal del padre Flores; dolor que se convierte en indignación cuando cuando a diario se leen, ven y escuchan informaciones en las que claramente se advierte un afán sensacionalista en el tratamiento y enfoque que le dan algunos medios de comunicación. 
¿Por qué no se pone en la balanza el trabajo social y de promoción humana que cumple nuestra Iglesia, sin desmayo ni pausas, y este malhadado escándalo? ¿Porqué no merece igual despliegue que el que están dando los medios de comunicación al "caso Flores" a tantas y tantas obras que realiza nuestra Iglesia en favor de la población más pobre del país? 
La información no debe estar al servicio de la deshumanización de nuestra sociedad, ignorando o distorsionando datos fundamentales, con el propósito de destruir al otro.
Recordemos que el ejercicio periodístico no puede perder de vista los tres valores fundamentales de la ética: la verdad, la independencia y la responsabilidad, y tal pareciera que en el "caso Flores" se está pasando por encima estos valores, con el interés insano de privilegiar el impacto por el beneficio social.  
En el reciente comunicado de la Conferencia Episcopal se insiste en que "jamás ha tenido trato alguno con el sacerdote Flores. Jamás recibió de él dinero ni bienes" ...y que "jamás intervino ni intervendrá para detener la justicia, más aún dará todas las facilidades para que se aplique con todo rigor"..."La Iglesia y la sociedad exigen transparecia y veracidad en la investigación y en la sentencia de todos los implicados.
Qué este escándalo no oculte los grandes problemas del país", dicen nuestros Pastores. El episcopado ha reiterado su condena frontal a "toda forma de corrupción, más aún si está involucrado un sacerdote", y nosotros -desde la condición de miembros de la Iglesia Pueblo de Dios- nos sumamos a esta posición y por ello es preciso e impostergable demandar de nuestros colegas que trabajan en los diversos medios de comunicación a que no se sacrifique la verdad a cambio de lo espectacular y lo sensacional para difamar a personas e Instituciones.
Hay que recordar que, tal como lo dijera el distinguido periodista y maestro colombiano Javier Darío Restrepo, "el mal hecho por la prensa nunca se repara totalmente".