viernes, 11 de noviembre de 2011

“El cine transforma la vida de la gente”

Por José Nelson Mármol

Guido Convents
Su mundo, su pasión es el cine.  Casi no hay momento en que no comente algo sobre cine: Festivales, películas, directores, actores, investigaciones, datos históricos, publicaciones, en fin.  Cuando habla de cine, Guido Convents -un comunicador belga de 56 años- vibra y se emociona.  Dice que el cine le cautivó desde muy niño. Recuerda que cuando apenas tenía tres años su padre lo llevaba a la única sala de cine de su pueblo, y desde ahí no ha dejado de mirar películas.
“El día más largo de la historia”, filme que documenta una parte de la segunda guerra mundial, es una de las películas que despertó su interés por la cinematografía que registra hechos históricos, y su irrevocable vocación a la investigación e historia del cine.
En su estancia en Roma, para participar de la Reunión del Consejo de Administración de la Asociación Católica Mundial para la Comunicación Social, que se realiza del 7 al 12 de noviembre de 2011, Guido comenta sobre algunos de sus trabajos. es director de comunicación y coordinador de  Cinema Desk, de Signis mundial; secretario de la prensa cinematográfica de Bélgica, Presidente de los festivales de cine de África y Árabe, entre otras responsabilidades.

Viste un abrigo ¾, color marrón, su inseparable laptop en la que va archivando un sin fin de fotografías de directores, actores, afiches de películas y documentos.  Cual Sherlock Holmes - el afamado investigador creado por Sir Arthur Conan Doyle, en 1887-  dice que no quiere perder la oportunidad para ingresar a los archivos secretos del Vaticano y buscar información sobre la visión de la Iglesia y el Cine.  A primera hora del lunes 7 de noviembre sale con esa misión.  Entrada la noche regresa con una expresión de satisfacción en su rostro porque dice haber encontrado importantes datos para incluirlos en el nuevo libro que prepara: “Cine, valores, católicos, y política internacional”, y otro sobre la fundación de la Organización Católica Internacional de Cine, OCIC, en 1928.
Su vena de cinéfilo se refleja en la abundante producción.  Ha escrito centenares de artículos de crítica cinematográfica y es autor de 9 libros, todos ellos sobre historia del cine.  Su más reciente obra es un libro de 975 páginas sobre la historia del cine de Mozambique, en el que se documenta toda la producción cinematográfica de este país africano.  
Comenta  que no le resulta posible archivar todas las películas que quisiera, pero en su casa conserva más de mil doscientos largometrajes, y dispone de una pequeña sala de cine, aunque siempre prefiere la gran pantalla y el sonido que solo es posible disfrutarlo en las grandes salas de cine.
“Para nosotros el cine es una ventana al mundo”, dice Guido, al recordar que casi nunca pagó para entrar al cine, pues desde muy joven organizaba jornadas para mirar y analizar las películas en su barrio, en la parroquia, en el colegio, y por ello conseguía entradas de cortesía. “Desde entonces empecé a reflexionar de qué manera el cine impactaba en la vida de la gente, cómo el cine ha transformado la vida de la gente”.
Cuando se le pregunta sobre el número de películas que ha visto en su vida, Guido no duda un instante en reconocer que esa es una interrogante de difícil respuesta.  De lo que sí tiene la certeza es que al año mira no menos de 500 películas, lo que quiere decir que ve más de una película por día.  Y “cuando tenía entre 30 y 40 años miraba entre mil y dos mil películas por año”.  Ello explica su experticia en el séptimo arte.
“Como soy historiador, me gustan mucho las películas que cuentan historias de la historia”, dice Guido Convents, quien dice que entre estas su preferencia se orienta al cine no occidental, sobre todo al de Egipto, África o América Latina –Cuba o Argentina.
“El cine de Hollywood es bien hecho, pero yo no quiero comer solo hamburguesas; prefiero otras comidas” dice metafóricamente, y agrega que en la producción de Hollywood no se puede separar la ideología, y que el cine americano (EEUU) se caracteriza por la exclusión de pueblos y culturas que no son los suyos, lo que contribuye a deformar la historia o segmentarla y parcializarla. Por ello prefiere ver las cintas que tienen otras narrativas, otras historias y reflejan otras culturas; aquel cine que “presentan una visón de la sociedad más justa, solidaria, que lucha en defensa de los derechos humanos y contra la deshumanización de la sociedad”.
Al hablar sobre el cine latinoamericano, Guido expresa que ha mirado con satisfacción que con ocasión de la celebración de los 500 años del supuesto descubrimiento de América hubo películas que derrumbaron esa creencia impuesta durante centenares de años, y se contó la verdad que se había ocultado, “que América no fue descubierta hace 500 años, sino que era un continente que existía desde muchísimo antes que llegaran los españoles”.
Guido asiste casi al año a no menos de diez festivales de cine, en varios países, y de varios continentes, y es infatigable en investigar todo cuanto pueda sobre lo que llama el otro cine. Es una enciclopedia abierta y viviente al mundo del cine.  Su vida es una vida que merece ser llevada a la gran Pantalla.  Así es Guido Convents, un personaje.
En Roma, José Mármol.

No hay comentarios:

Publicar un comentario